Quería comenzar este post con una frase de Marta Graham “Nuestros brazos comienzan en la espalda porque una vez fueron alas”
El trabajo escapular es importantísimo en todas las actividades físicas, entre ellas la danza. Una buena rotación de hombros, con encaje de escápulas, hace relajar trapecios, fortalecer la espalda alta y conectar los dorsales en la ejecución del ejercicio. Además aporta elegancia, elongación, relaja, quita peso a la propia extremidad y aumenta la conciencia corporal.
Me gusta hablar de omóplato para ser más conscientes de él y trabajar los movimientos desde ahí. Saber hacer un buen aislamiento y una buena rotación hará mejorar nuestros movimientos de brazos en nuestra danza.
Imagina… una energía circular que arranca en las alitas y continúa su recorrido fluyendo y extinguiéndose por el dedo corazón.